¿Qué entendemos por OCIO? La Asociación Americana de Discapacidad Intelectual y del Desarrollo lo defino como: “el tiempo disponible, libremente elegido, y aquellas actividades elegidas individualmente, no relacionadas por sus características con el trabajo o con otras formas de actividad obligatoria, de las cuales se esperan que promuevan sentimientos de placer, amistad, felicidad, espontaneidad, fantasía o imaginación, gozo, creatividad, expresividad y desarrollo personal”.
Por lo tanto, el ocio es una experiencia personal que desarrollamos en nuestro tiempo libre, elegida libremente porque nos produce satisfacción y placer, y que sólo tiene este fin. Se desarrolla en distintos ámbitos como son la cultura, el deporte, el turismo y la recreación.
De la misma manera, el ocio para las personas con diversidad funcional intelectual debe comprenderse en el mismo contexto de la vida de ocio de las personas sin diversidad funcional. Entendemos el ocio como un derecho de las personas con diversidad funcional de disfrutar de su tiempo libre y como un indicador de calidad de vida. Por ello, todos los servicios y actividades que ofrecemos están orientados hacia la normalización y participación en la comunidad.
Según un estudio realizado por el CIS (1999), la juventud española valora el tiempo libre como un aspecto fundamental en su vida, por encima del trabajo, y muestran un mayor grado de satisfacción en la forma en que disfrutan de su tiempo libre, que de su trabajo o estudios.
Cuando se les pregunta sobre la contraprestación que más valorarían en el empleo, el 46% se decanta por aquel que le permita tener más tiempo libre.
Por lo tanto, el ocio tiene un papel esencial en nuestra vida y ya no la entendemos sin él porque:
- El ocio es un derecho de todas las personas, una experiencia integral que contribuye a la calidad de vida y que se debe ofrecer a toda la ciudadanía sin discriminación.
- La esencia del ocio es la libertad: libertad de escoger entre una variedad de opciones y experiencias de ocio.
- El ocio es un área fundamental en la calidad de vida tanto a nivel comunitario como personal, ya que está ligado a la satisfacción y a las emociones.
- Las experiencias de ocio de las personas son diferentes; por ello, la comunidad debe ofrecer variedad de oportunidades y vivencias.
La calidad de vida combina experiencias importantes comunes a todos los seres humanos (tener amigas/os, sentirse parte de un grupo, con capacidad para influir en la propia vida, libre de situaciones estresantes) con experiencias particulares de cada persona (subir una montaña, tocar un instrumento…).
Las personas con diversidad funcional intelectual se encuentran con barreras para disfrutar de ocio en las mismas condiciones que el resto de los ciudadanos. La mayoría de esas barreras están en el entorno.
Es importante conocer y tener en cuenta que los siguientes aspectos favorecen la participación en las actividades de ocio:
-
La inclusión: Las diferencias en estilos de vida de ocio de las personas con diversidad funcional tiende a disminuir a través de las actividades de ocio integradas.
- La participación activa: Implica el uso de adaptaciones y disponer de los apoyos necesarios para facilitar la participación en el ocio.
- Conductas apropiadas a la edad: Las personas con diversidad funcional necesitan desarrollar un repertorio de habilidades de ocio que sean apropiadas a su edad cronológica, que estén basadas en su comunidad y que puedan facilitar la integración con éxito en dicha comunidad.
- Fomentar la autodeterminación: La libertad de escoger las actividades de ocio es vital para la búsqueda de experiencias agradables, satisfactorias y con sentido. La ausencia de elección puede privar a las personas con diversidad funcional de experiencias de ocio positivas.
El estilo personal de ocio es la forma que tiene cada persona de utilizar su tiempo de ocio y evoluciona y cambia a lo largo de la vida de cada persona.
Las personas con diversidad funcional intelectual, para poder ejercer su derecho al ocio necesitan que se apliquen las leyes y normativas que existen, necesitan ser escuchadas, tener poder de decisión, que se les presten los apoyos y que existan medidas de acción positiva en la comunidad.
Las personas con diversidad intelectual quieren formar parte activa de su comunidad y para ello es necesario que gocen de una ciudadanía plena y que los entornos sean inclusivos.
Un entorno inclusivo es el que garantiza que todas las personas tengan las mismas oportunidades para participar en él y para ello es fundamental que sean accesibles física y cognitivamente.
En Bona Gent APDI somos conscientes de la importancia que tiene evolucionar y adaptarnos a los nuevos modelos sociales ya que debemos dar respuesta a las demandas sociales de las personas para las que trabajamos.
Por ello, el área de ocio tiene una misión, una visión y unos valores que le definen como un servicio que presta apoyos personales y que sirve de puente entre las personas con diversidad funcional intelectual y la comunidad. Ya que unos de los proyectos que trabajamos es OCIO INCLUSIVO: PARTICIPACIÓN SOCIAL Y CIUDADANA como mecanismo que garantice el ejercicio de los derechos humanos inherentes a toda la ciudadanía. Este proyecto surge como una evolución natural del programa de ocio que se ha desarrollado desde los inicios (hace más de 40 años), pero entendiendo y analizando los nuevos paradigmas. Entendemos que no podemos limitarnos al ocio, garantizas que las personas disfruten de su tiempo libre, sino que se no está demandando “algo más”: la efectividad y el ejercicio de los derechos inherentes a la persona. No es cuestión de tener ocio, como una parcela aislada de la vida, debemos de tender a difuminar estas líneas que cuartean la vida de la persona para garantizar unos mecanismos globales que no dividan, sino que vean a la persona en su totalidad y le presten los apoyos necesarios para su proceso de decisión, en definitiva, el ejercicio de su derecho.
Todas las actividades que desde el servicio de ocio se llevan a cabo están bajo estas premisas, cuyo principal objetivo que nos planteamos es “ofrecer servicios y actividades a personas con diversidad funcional que fomenten la participación ciudadana y social, para lograr el ejercicio efectivo de sus derechos”.
