Como todo el mundo sabe, la convivencia entre las personas es compleja en muchas ocasiones, pero más aún cuando existen situaciones que incomodan y no se trabajan ni se sensibilizan.
La sordera es una situación en la que más de alguna ocasión nos encontraremos en algún momento de nuestras vidas tanto a nivel personal como de convivencia. Por ello, las mujeres de la vivienda tutelada de Bona Gent quieren compartir la gran experiencia vivida el pasado martes, ya que tuvimos la gran suerte de poder beneficiarnos de un “taller de sensibilización para la comunicación con personas sordas”.
El taller comenzó presentándonos todas las personas presentes y poniéndonos signos personalizados para poder identificarnos sin necesidad de tener que estar pendientes de los labios. Técnica más rápida y sencilla además de divertida ya que entre signo y signo se escapaban varias risas.
Una vez identificadas por signos todas las personas comenzamos a conocer algunas pautas básicas para poder comunicar con una persona sorda:
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Siempre, antes de comenzar una conversación es IMPRESCINDIBLE realizar una llamada mediante contacto acompañado siempre de otro visual para evitar que la persona se asuste.
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Es importante también que cuando estemos hablando mantengamos el contacto visual sin retirarlo para que pueda seguir la conversación. Para ello se debería señalar primero aquello de lo que estamos hablando, esperar a que la persona lo mire, volver al contacto visual con ella y después comentar aquello que se quiera.
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Cuando la persona sorda está alejada sería conveniente mover la mano dentro de su campo visual o avisar a una tercera persona para que le avise. O incluso si estamos sentadas en una mesa o suelo dar golpes para que la persona perciba las vibraciones.
Y para poder llevar a cabo estas pautas es importante un entorno adecuado que no dificulte su aplicación por lo que debemos tener en cuenta que:
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Haya una buena iluminación
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No usar un tono de voz elevado
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Tener en cuenta los gestos de la cara, la expresión de emociones puede aportar mucha información.
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Hablar despacio y vocalizar, pero sin exagerar…
Y para terminar nos dieron algunos trucos para poder comunicar con las personas sordas en lugares cerrados como es nuestro caso, la vivienda. Ya sea para avisar que alguna de las dependencias están ocupadas (mediante carteles informativos en los pomos) o para respetar la intimidad de las personas o llamarlas (mediante el encendido y apagado de luz de la sala donde se encuentre)
Pero aquí no acaba el aprendizaje…os mantendremos al día ya que tendremos una segunda sesión en la que podremos seguir aprendiendo y de la que sacaremos conclusiones positivas para poder mejorar nuestra convivencia.
Y…recordar… una persona que lee los labios recibe un 25% del mensaje de manera objetiva, un 50% de suplencia mental y el 25% restante…¡¡es cuestión de suerte!!