Durante muchos años se viene luchando por la integración de las personas con dicacidad intelectual en la sociedad. Pero a veces se nos olvida que en nuestros contextos más próximos, desde nuestras casas, con nuestras familias es desde donde puede dar comienzo dicha integración. A nuestro alcance. Así pues y a partir de unas preguntas, hemos ido recogiendo las diferentes opiniones de familias que logran que esa integración se produzca, de una manera, sin duda bella.
¿Qué fue lo que le llevo a abrir las puertas de su casa a los usuarios de la vivienda?
– Porque mi hija, que trabaja en la vivienda, me lo pidió para que pudieran sentirse en familia. Y enseguida accedí contenta.
– El deseo de la integración real de los discapacitados más allá de la mera teoría…
– Que me hija viva este tema con tanta pasión y nos supiera trasmitir la importancia de la integración, tanto para ellos como para nosotros que nunca antes habíamos tratado con ellos.
¿Cree que con ello ayuda a la integración de las personas con discapacidad intelectual?
– Creo que sí porque les hacen sentir como, lo que al fin y al cabo son, una persona más compartiendo en familia
– Estoy segura de que la discapacidad intelectual, tiene la necesidad de la pequeña ayuda que podamos aportar cada uno…
– Sin duda, y además nos ayuda a nosotros y dejar a tras las diferencias que sólo nos distancias los unos de los otros.
¿Alguna anécdota que le gustaría compartir con nosotros/as?
– Cuando le presentamos a JJ a la novia de mi hijo y él le saludó con un “bombón”. Ella se sorprendió porque su abuelo le llamaba así y al ser extranjera no conocía el significado de “bombón” y no entendía como él podía saberlo jajaja. Pero lo mejor fue que enseguida nos contó que él tenía pareja y la confianza que demostró con nosotros.
– En este momento no se me ocurre ninguna, pero quiero señalar la alegría de Jose en sus primeros meses, la ilusión, las ganas de aprender, de compartir con todos vosotros.
La familia forma un pilar importante en su mundo, pero he aprendido que a veces hay que dejar que desde fuera, ahora su casa y su familia también, nos eche una mano, pero sobre todo le ayuden a él.
– la carta que nos leyó Juanjo estas mismas Navidades, la cual nos hizo llorar a más de uno. Nos emocionaron sus palabras de agradecimiento por abrirles las puertas. Fue precioso, aprovecho para darle las gracias de nuevo y agradecerle esas palabras y recordarle que aquí tiene una familia.
Ahora que ya ha pasado tiempo y que se han compartido muchos momentos, ¿qué diferencias notáis respecto al principio?
– Al principio estaban más cortados y ahora vienen con más libertad, naturalidad, con ganas y diciendo que volverán todos los años.
– En cuanto a mí, al principio los veía como dos invitados que venían a comer y ahora son como uno más y les quiero.
– La diferencia son muchas, pero sobre todo destaco el valor que se le da, la ayuda que se ha realizado con Jose, su autoestima y la confianza depositada en todos sus actos, para bien o para mejorar…
– Muchas. Y que ahora, los queremos y los sentimos como personas que forman parte de nuestras vidas.
¿Qué ha implicado esta vivencia en vuestras vidas?
– Cambiar mi concepto sobre discapacidad. Yo tenía un concepto equivocado al pensar que me iba a ser muy complicado comunicarme con ellos, pero me he dado cuenta que puedo mantener, a pesar de sus limitaciones, cualquier tipo de conversación.
– Ha implicado una gran ayuda a la hora de enfrentarnos, de vivir hechos normalizados para ellos, a nosotros nos enseña a saber normalizarlo en las nuestras.
– Muchas y todas ellas muy gratificantes. Al día de hoy sabemos que significa integrar.
Desde la vivienda tutelada de hombres…
¡MUCHAS GRACIAS FAMILIAS POR TODO! ¡OS QUEREMOS!
